lunes, 7 de septiembre de 2015

Reproducción de la cavidad anoftálmica: proceso de impresión.

Este es el proceso por el cual se copia mediante la inyección de un material de impresión las características de una superficie; dichos materiales para la impresión son los elastómeros e hidrocoloides. es una práctica usual en la fabricación de las prótesis oculares, además indican que existen ventajas aplicando esta técnica como la de mejor contacto de superficie y mejor movimiento, que contribuye a dar la apariencia normal a la orbita anoftálmica. 

Para hablar del proceso de impresión es necesario conocer las características de la superficie a reproducir, pues esto es lo que define el material de impresión adecuado para la misma; y aunque un material no es ideal en todos los aspectos y para todas las superficies; son el qué de la impresión (propósito) y la superficie a copiar, los que condiciona la aplicación y uso de uno u otro material. 


Para el proceso de impresión existen dos grandes grupos de materiales con aplicación ocular, los elastómeros y los hidrocoloides:

En este tipo de siliconas no hay formación de productos colaterales, lo cual es conveniente para evitar la toxicidad y asegurar la bio-compatibilidad con el tejido de la cavidad; además, presentan menor contracción lineal en el tiempo comparados con los otros elastómeros indicando que tiene mejor estabilidad dimensional, lo cual es importante a la hora de realizar varias copias de este modelo, puesto que garantiza mayor número de las mismas sin cambios significativos. 

El segundo grupo de materiales de impresión son los hidrocolides, este material deriva del ácido algínico que se encuentra presente en ciertas algas marinas; su uso popular se debe principalmente a su fácil manejo, su costo asequible y su fácil manipulación; basta mezclar el material con agua en las proporciones recomendadas por cada fabricante y se obtienen buenos modelos de trabajo; entre sus desventajas mas notorias están su baja estabilidad dimensional, ya que en poco tiempo (menos de 24 horas), la impresión puede sufrir cambios significativos y perder su precisión por contracción debido a la evaporación en el medio ambiente.

 La toma de impresión y el proceso de adaptación en sí de una prótesis ocular se realiza una vez la cavidad está sana y luego de un tiempo razonable entre 6 y 8 semanas después de la cirugía, previo control oftalmológico. El tejido debe estar libre de cualquier infección o inflamación, puesto que la manipulación del mismo puede poner en riesgo la recuperación del paciente. Para realizar la impresión se requiere de una jeringa y una cánula o cubeta para contener anteriormente la silicona que se va a depositar en la cavidad; dicha cánula debe ser de tamaño apropiado (diámetro aproximado: vertical 15mm, horizontal 25mm), con una forma cóncava, ovalada y con pequeñas fenestraciones en su superficie por donde sale el exceso de silicona durante la toma de impresión.

Cánulas fabricadas en polimetilmetacrilato

La cavidad se limpia con solución salina y se seca con un aplicador, se procede luego a aplicar una gota de anestésico tópico para disminuir el impacto del procedimiento sobre el paciente, así como la molestia e incomodidad durante el mismo. Se posiciona la cánula dentro de la cavidad; aparte se mezclan los dos tubos de la silicona hasta obtener un producto homogéneo, y rápidamente se inyecta el producto dentro de la cavidad del paciente; se le pide a éste que permanezca mirando al frente sin cambiar su punto de fijación por un momento y se permite endurecer al producto durante 2 minutos, tiempo aproximado en el cual se obtiene una estructura de consistencia sólida-elástica representativa de la cavidad que se acaba de copiar.

Limpieza de cavidad oftálmica

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