Este es el proceso por el cual se copia
mediante la inyección de un material
de impresión las características de
una superficie; dichos materiales para
la impresión son los elastómeros e
hidrocoloides. es una práctica usual en la
fabricación de las prótesis oculares,
además indican que existen ventajas
aplicando esta técnica como la de mejor contacto de superficie y mejor
movimiento, que
contribuye a dar la apariencia normal a la
orbita anoftálmica.
Para hablar del proceso de impresión es
necesario conocer las características de la
superficie a reproducir, pues esto es lo que
define el material de impresión adecuado
para la misma; y aunque un material
no es ideal en todos los aspectos y
para todas las superficies; son el qué de
la impresión (propósito) y la superficie a
copiar, los que condiciona la aplicación y
uso de uno u otro material.
Para el proceso de impresión existen
dos grandes grupos de materiales con
aplicación ocular, los elastómeros y
los hidrocoloides:
En este tipo de siliconas no hay formación
de productos colaterales, lo cual es
conveniente para evitar la toxicidad
y asegurar la bio-compatibilidad
con el tejido de la cavidad; además,
presentan menor contracción lineal en
el tiempo comparados con los otros
elastómeros indicando
que tiene mejor estabilidad dimensional,
lo cual es importante a la hora de realizar
varias copias de este modelo, puesto que
garantiza mayor número de las mismas
sin cambios significativos.
El segundo grupo de materiales de
impresión son los hidrocolides, este material deriva del ácido algínico
que se encuentra presente en ciertas
algas marinas; su uso popular se debe
principalmente a su fácil manejo, su costo
asequible y su fácil manipulación; basta
mezclar el material con agua en las proporciones recomendadas por
cada fabricante y se obtienen buenos
modelos de trabajo; entre sus desventajas
mas notorias están su baja estabilidad
dimensional, ya que en poco tiempo
(menos de 24 horas), la impresión puede
sufrir cambios significativos y perder
su precisión por contracción debido a
la evaporación en el medio ambiente.
La toma de impresión y el proceso de
adaptación en sí de una prótesis ocular se
realiza una vez la cavidad está sana y luego de un tiempo razonable entre 6 y
8 semanas después de la cirugía,
previo control oftalmológico. El tejido
debe estar libre de cualquier infección o
inflamación, puesto que la manipulación
del mismo puede poner en riesgo la
recuperación del paciente.
Para realizar la impresión se requiere de
una jeringa y una cánula o cubeta para
contener anteriormente la silicona que se
va a depositar en la cavidad; dicha cánula
debe ser de tamaño apropiado (diámetro
aproximado: vertical 15mm, horizontal
25mm), con una forma cóncava, ovalada
y con pequeñas fenestraciones en su
superficie por donde sale el exceso de
silicona durante la toma de impresión.
Cánulas fabricadas en polimetilmetacrilato |
La cavidad se limpia con solución salina y
se seca con un aplicador, se procede
luego a aplicar una gota de anestésico
tópico para disminuir el impacto del
procedimiento sobre el paciente, así
como la molestia e incomodidad durante
el mismo. Se posiciona la cánula dentro
de la cavidad; aparte se mezclan los dos
tubos de la silicona hasta obtener un producto homogéneo,
y rápidamente se inyecta el producto
dentro de la cavidad del paciente; se le
pide a éste que permanezca mirando al
frente sin cambiar su punto de fijación
por un momento y se permite endurecer
al producto durante 2 minutos, tiempo
aproximado en el cual se obtiene una
estructura de consistencia sólida-elástica
representativa de la cavidad que se acaba
de copiar.
Limpieza de cavidad oftálmica |
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