Cuando se obtiene el modelo en PMMA
de la cavidad, se procede a tomar las
medidas del mismo dentro de la cavidad
del paciente; una vez posicionado se
observa cómo éste se adecua dentro de la
misma; cómo interactúa con los párpados
y su relación en tamaño con el ojo contra
lateral.
Se toma entonces la medida del
diámetro del iris y se ubica el centro
de la pupila; esto se lleva a cabo con la utilización de una linterna que el paciente
mirará fijamente.
Para determinar el color, es vital entender
que “la luz que se refleja o transmite por
un objeto depende del contenido de luz
incidente, y su aspecto va a depender
de la naturaleza de la luz con que se
observe” Fonollosa P.J. (2004).
Esto
indica que la percepción del color de un
objeto depende de la luz con la cual se
esté observando, por ello se debe realizar
la selección del color con la utilización de
dos o más fuentes de luz, incluida la luz
del día. De no hacerse así, puede inducirse
a error y obtener un color diferente al del
ojo contra lateral.
El color de iris y de esclera se determina
por comparación directa del ojo contra
lateral con buena iluminación. Una vez
determinado el color, la fabricación
del iris puede realizarse mediante una
de varias técnicas, como la pintura
aplicada directamente al modelo, o con
la fabricación individual de un botón
en PMMA transparente pintado al revés
y posteriormente fijado al modelo en
acrílico o la variación de ambas.
Según DosReis (2008), el cambio
en el color es un factor importante en
la longevidad de la prótesis, debido a
que la incidencia de la luz del sol es
clave en su durabilidad a largo plazo
y está directamente relacionado con la
fotodegradación de los pigmentos de la
pintura utilizada para el iris; igualmente la
temperatura de polimerización del acrílico
(PMMA) también afecta la estabilidad de
la pintura y por consiguiente la apariencia
de la prótesis.
Se utilizan pinturas acrílicas para el iris
y detalles del ojo: vinilos, acuarelas o
esmaltes de acuerdo a las preferencias de cada fabricante, ya sea por su manejo,
familiaridad con cada una de ellas y
destreza en la técnica de la pintura, puesto
que este paso es básicamente artístico;
los pinceles son de bajo calibre por la
precisión requerida en los pequeños
detalles como vasos sanguíneos de
la esclera, las criptas vistas como las
líneas o pliegues del iris y pupila.
Puede
pintarse a mano alzada o con ayuda de
instrumentos como motores giratorios de
1250 rpm (aproximadamente), sobre los
cuales se fija el botón transparente o la
prótesis, para luego aplicar sobre ellos la
pintura y obtener una superficie teñida de
forma homogénea.
Cuando se han pintado los detalles del
ojo como arcos seniles, pterigios, nevus
y vasos, se aplica otra capa de polímero
y nuevamente se procede a polimerizarla
mediante calor. Así se obtiene una
prótesis semi terminada a la que sólo le
faltaría pulir.
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